Inflamación cerebral – meningitis. La meningitis es el resultado de la inflamación de las meninges (las delgadas membranas que rodean el cerebro y la médula espinal). Generalmente es causada por una infección viral o bacteriana. La mayoría de los casos de meningitis son virales, pero puede ser difícil de detectar sin pruebas invasivas. Es extremadamente importante determinar el tipo de infección (y bacterias), porque la meningitis bacteriana tiende a ser mucho más grave y requiere tratamiento de emergencia.
La meningitis viral generalmente desaparece por sí sola y no causa ningún daño permanente. La meningitis bacteriana puede causar daño cerebral, problemas de aprendizaje, pérdida de audición o incluso la muerte sin tratamiento para el tipo específico de bacteria. En raras ocasiones, la meningitis puede ser causada por infecciones micóticas (criptococos).
Signos y síntomas
Los primeros síntomas de la meningitis pueden confundirse fácilmente con los de la gripe.
En los recién nacidos, los signos y síntomas incluyen lo siguiente:
- Irritabilidad
- Llanto agudo
- Mala alimentación
- Vómitos
- Fiebre
- Convulsiones
- Fontanela abultada («punto blando» en el cráneo) o cuello rígido (menos común)
En niños y adultos jóvenes, los signos y síntomas incluyen lo siguiente:
- Fiebre alta
- Dolor de cabeza severo
- Vómitos o náuseas
- Rigidez en el cuello
- Sensibilidad a la luz
- Somnolencia
- Erupción cutánea (en casos de meningitis meningocócica, ver la sección titulada ¿Qué la Causa?)
- Confusión
- Convulsiones
- Nublamiento o pérdida del conocimiento
Los adultos mayores pueden no tener ningún signo o síntoma aparte de un estado mental alterado y letargo. A menudo no tienen fiebre.
¿Qué Causa la meningitis?
La meningitis bacteriana no es tan común como la meningitis viral, pero es más grave. Varios tipos de bacterias pueden causar meningitis. Conocer el tipo correcto es crucial para un tratamiento adecuado:
- La Neisseria meningitidis causa meningitis meningocócica, una forma común de meningitis en niños y adultos jóvenes, y el único tipo que ocurre en los brotes. Es altamente contagioso.
- El Haemophilus influenzae era la causa más frecuente en lactantes y niños menores de 6 años antes de 1986, cuando se introdujo una vacuna (HiB). La vacuna ha erradicado este tipo de meningitis en la mayoría de los países donde se administra a los lactantes.
- La neumonía por estreptococo es la causa más común de meningitis bacteriana en los niños. Puede ocurrir junto con una infección del oído o de los senos paranasales o una neumonía.
- La Listeria monocytogenes es una forma común de bacteria. No tiende a infectar a la mayoría de las personas, pero los muy jóvenes y los muy viejos, así como las mujeres embarazadas, pueden estar en riesgo.
- El estafilococo áureo se puede observar después de un traumatismo craneal o una cirugía cerebral.
La meningitis viral puede ser causada por varios tipos de virus, pero los más comunes son los enterovirus (que causan la gripe estomacal y se multiplican en el tracto intestinal). Otros virus que causan la meningitis incluyen:
- Enterovirus, diseminados a través de las moscas domésticas, las aguas residuales y las aguas residuales
- Arbovirus, transportados por artrópodos, como garrapatas o mosquitos
- Virus de las Paperas, visto en niños de 5 a 9 años de edad que no han recibido la vacuna MMR
- Virus del herpes
- El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), la meningitis, puede ser la primera señal de que una persona está infectada con el VIH.
¿Quién tiene más riesgo?
Estas condiciones y características aumentan el riesgo de meningitis bacteriana:
- Vivir en un lugar lleno de gente, como un dormitorio o un centro de cuidado infantil (para la meningitis meningocócica)
- Edad: los niños, los jóvenes y los adultos mayores son más propensos a desarrollar meningitis.
- Lesión significativa en la cabeza, traumatismo craneal o rinorrea cerebroespinal (flujo de líquido cefalorraquídeo de la nariz después de una lesión en la cabeza)
- Un sistema inmunitario suprimido (para la meningitis neumocócica)
- Nunca recibir la vacuna HiB (vea la sección titulada ¿Qué la Causa?)
- Hacer trabajo de laboratorio que requiera manipular ratas, hámsteres y ratones, o trabajar con animales en una granja o rancho (para listeria)
- Personas que se han sometido recientemente a un procedimiento neuroquirúrgico
Qué esperar en el consultorio de su médico
Si usted o su hijo tienen síntomas de meningitis, busque tratamiento de emergencia. El diagnóstico precoz es la clave para tratar la enfermedad con éxito. Los médicos solicitarán una historia clínica detallada y pueden ordenar una punción lumbar (punción raquídea). En esta prueba, los médicos extraen el líquido cefalorraquídeo de la columna vertebral a través de una aguja para que el líquido pueda ser examinado en busca de infección e identificar el tipo de bacteria responsable. Si su médico sospecha de meningitis bacteriana, su médico puede comenzar a darle antibióticos antes de que los resultados del examen estén disponibles.
Opciones de tratamiento
Prevención
Los niños deben vacunarse contra la H. influenzae y las paperas. Las personas mayores de 65 años y aquellas cuyo sistema inmunológico está comprometido deben recibir una vacuna antineumocócica (PPV). Por ejemplo, se puede administrar una vacuna meningocócica para controlar las epidemias en los dormitorios. Debido a que la enfermedad suele ser contagiosa, la práctica de una buena higiene, como lavarse las manos con frecuencia, y enseñar a los niños a hacer lo mismo, puede reducir el riesgo de contraer la enfermedad.
Terapias con medicamentos
La duración y el tipo de tratamiento varían dependiendo del tipo de meningitis que se esté tratando, oscilando entre 1 y 3 semanas. El tratamiento para la mayoría de los casos de meningitis viral tiene como objetivo reducir los síntomas de fiebre y dolores. Algunas veces, los médicos recetan aciclovir, un medicamento antiviral. Si su médico sospecha de meningitis bacteriana, puede recetarle un tratamiento inmediato con antibióticos, incluso antes de que lleguen los resultados del laboratorio. Algunos de los medicamentos utilizados para la meningitis bacteriana son:
- Antibióticos, a menudo en combinación, incluyendo ampicilina, cefalosporinas, gentamicina, vancomicina o trimetoprima-sulfametoxazol
- Corticosteroides para reducir la inflamación
- Diazepam o fenitoína si se presentan convulsiones
- Rifampina, administrada a los miembros de la familia para reducir el riesgo de contraer la enfermedad.
Terapias complementarias y alternativas
La meningitis debe ser tratada con terapias médicas convencionales, especialmente antibióticos. Las terapias complementarias y alternativas (MCA) deben utilizarse sólo con el tratamiento convencional, no en su lugar, y sólo bajo la guía de un profesional de la salud calificado. Algunos suplementos y hierbas pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, y los remedios homeopáticos pueden ayudar a aliviar los síntomas . Dígale a todos sus proveedores acerca de cualquier terapia CAM que esté usando.
Nutrición y Suplementos Varios nutrientes pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, posiblemente ayudando a prevenir la meningitis o a fortalecer el sistema inmunológico después de que la meningitis ha sido tratada. Hable con su médico antes de tomar cualquier suplemento, y nunca trate a un niño sin hablar primero con su médico.
Usted puede tratar las deficiencias nutricionales con los siguientes suplementos:
- Un multivitamínico diario, que contiene las vitaminas antioxidantes A, C, E, D, el complejo B y oligoelementos, como Magnesio, calcio, zinc y Selenio.
- Ácidos grasos omega-3, como el aceite de pescado, 1 a 2 cápsulas o 1 a 2 cucharadas de aceite al día, para ayudar a disminuir la inflamación y mejorar la inmunidad. Los ácidos grasos omega-3 pueden tener un efecto adelgazante de la sangre y pueden aumentar el efecto de los medicamentos anticoagulantes, como la warfarina (Coumadin) y la aspirina.
- coenzima Q10 (CoQ10), 100 a 200 mg a la hora de acostarse, para la actividad antioxidante e inmune. La CoQ10 podría ayudar a coagular la sangre. Al ayudar a coagular la sangre, la CoQ10 podría disminuir la efectividad de la warfarina (Coumadin) y otros medicamentos anticoagulantes.
- Suplemento probiótico (que contiene Lactobacillus acidophilus y otras bacterias beneficiosas), de 5 a 10 mil millones de UFCs (unidades formadoras de colonias) al día, para el mantenimiento de la salud gastrointestinal e inmunológica. Algunos suplementos probióticos pueden necesitar refrigeración. Algunos médicos tienen preocupaciones acerca de la administración de probióticos a personas gravemente inmunocomprometidas.
- Ácido alfa-lipoico, 25 a 50 mg dos veces al día, como apoyo antioxidante. Tomar ácido alfa-lipoico en presencia de deficiencia de Tiamina (vitamina B1) puede ser peligroso. Hable con su médico.
- Vitamina B6. Estudios preliminares sugieren que la vitamina B6 puede minimizar algunos de los síntomas asociados con la meningitis bacteriana.
Las Hierbas están generalmente disponibles en forma de extractos estandarizados y secos (píldoras, cápsulas o tabletas), tés o tinturas/extractos líquidos (extracción de alcohol, a menos que se indique lo contrario). Mezcle los extractos líquidos con su bebida favorita. La dosis de té es de 1 a 2 cucharadas/taza de agua remojada durante 10 a 15 minutos (las raíces necesitan más tiempo). Algunas hierbas pueden ayudar a apoyar su sistema inmunológico, aunque no hay evidencia de que puedan prevenir o tratar la meningitis. La meningitis es una emergencia médica y nunca debe tratarse únicamente con hierbas.
- Extracto estandarizado de uña de gato (Uncaria tomentosa) para la inflamación y la estimulación inmunológica. Tenga especial cuidado si tiene Leucemia o enfermedades autoinmunes.
- Seta de hongo reishi (Ganoderma lucidum), 150 a 300 mg, 2 a 3 veces al día, para la inflamación y para la inmunidad. También puede tomar una tintura de este extracto de hongo, 30 a 60 gotas, 2 a 3 veces al día. Las dosis altas de Reishi pueden tener efectos reductores de la presión arterial y adelgazadores de la sangre, y pueden aumentar peligrosamente el efecto de los medicamentos adelgazadores de la sangre, como la warfarina (Coumadin) y la aspirina.
- Extracto estandarizado de hoja de olivo (Olea europaea), 250 a 500 mg, 1 a 3 veces al día, para la actividad e inmunidad antibacteriana o antifúngica.
- Ajo envejecido (Allium sativum), extracto estandarizado, 600 a 1.200 mg diarios, para actividad antibacteriana o antifúngica e inmune. El ajo puede tener un efecto anticoagulante y puede aumentar el efecto de los medicamentos anticoagulantes, como la warfarina (Coumadin) y la aspirina. El ajo puede interactuar con algunos medicamentos, incluyendo algunos medicamentos para el VIH. Hable con su médico.
Homeopatía Aunque pocos estudios han examinado la efectividad de terapias homeopáticas específicas, los homeópatas profesionales pueden considerar los siguientes remedios para ayudar a aliviar los síntomas de la meningitis, además de la atención médica estándar. Antes de prescribir un remedio, los homeópatas toman en cuenta el tipo constitucional de una persona, incluyendo su constitución física, emocional y psicológica. Un homeópata experimentado evalúa todos estos factores al determinar el remedio más apropiado para cada individuo.
- Apis mellifica, en niños con un dolor de cabeza tan intenso que llevaron la cabeza en una almohada.
- Árnica Montana, después de una cirugía o una lesión en la cabeza. Este remedio es el más apropiado para las personas que a menudo insisten en que no hay nada malo en ellas.
- Belladona, por la aparición repentina de fiebre alta que acompaña a la meningitis. Este remedio es más apropiado para las personas que están calientes y enrojecidas con pupilas anchas, y pueden tener pesadillas y delirios.
- Bryonia, para la meningitis con alteración de la conciencia y un movimiento característico de la boca en el que la mandíbula se mueve de un lado a otro con bastante rapidez y de una manera algo contorsionada.
- Helleborus, para la meningitis con alteración de la conciencia y estupor. El individuo también puede estar angustiado y suplicando ayuda. También se puede presentar sacudida o balanceo de la cabeza.
- Hyoscyamus, para la meningitis con espasmos violentos que ocurren al chillar y rechinar los dientes.
Estos tratamientos no deben usarse sin la dirección y supervisión de un médico homeópata debidamente capacitado y certificado.
Pronóstico / Posibles complicaciones
Aproximadamente del 25 al 30% de las personas con meningitis bacteriana mueren a causa de esta enfermedad. Entre los niños que sobreviven a la meningitis bacteriana, entre el 20 y el 50% tienen daño cerebral, problemas de audición o dificultades de desarrollo. La mayoría de las personas que contraen meningitis viral se recuperan completamente sin ningún problema. Sin embargo, algunas personas experimentarán dolores de cabeza, debilidad y fatiga durante 2 a 3 semanas después del comienzo de los síntomas.
Las complicaciones pueden incluir pérdida de audición, convulsiones, edema cerebral (hinchazón del cerebro), debilidad en un lado del cuerpo, problemas del habla, discapacidad visual o ceguera, dificultad para coordinar los movimientos, dificultad para respirar, paro respiratorio y meningitis recurrente. Los niños que tienen la enfermedad pueden experimentar deterioro cognitivo y retraso en el desarrollo.
Seguimiento
Durante los primeros 1 a 2 días, los médicos deben vigilar a las personas en la unidad de cuidados intensivos para estar seguros:
- La medicación está funcionando
- Para estar atento a cualquier convulsión
- Estar atento a las dificultades respiratorias
Si los signos y síntomas no mejoran después de 1 a 2 días, los médicos deben revisar nuevamente el líquido cefalorraquídeo.
Consideraciones especiales
Las mujeres embarazadas a menudo portan L. monocytogenes y S. agalactiae sin tener síntomas y pueden transmitir estas infecciones a sus hijos durante el parto. Las mujeres embarazadas no deben tomar rifampicina para prevenir la meningitis porque no está claro si este medicamento puede dañar al feto.