- ¿Se parece la hidroterapia a la terapia de Spa?
- ¿Para qué tipos de artritis se utiliza la hidroterapia?
- ¿Cómo ayuda la hidroterapia?
- ¿Cómo es de efectiva la hidroterapia?
- ¿Cómo puedo acceder a la hidroterapia?
- ¿Qué es lo que necesito?
- ¿Y si no sé nadar?
- ¿Cómo entro y salgo de la piscina?
- ¿Qué más necesito considerar?
- ¿Qué sucede al final de un tratamiento de hidroterapia?
La hidroterapia es el uso del agua en el tratamiento de diferentes condiciones, incluyendo la artritis y los problemas reumáticos relacionados. La hidroterapia se diferencia de la natación porque implica ejercicios especiales que se realizan en una piscina de agua caliente. La temperatura del agua suele ser de 33-36ºC, que es más cálida que la de una piscina típica, por lo que normalmente se realiza un tratamiento de hidroterapia en el departamento de fisioterapia de un hospital.
Por lo general, un fisioterapeuta o un asistente de fisioterapeuta con formación especializada le mostrará cómo hacer los ejercicios. La hidroterapia tiende a ser diferente a la gimnasia acuaróbica, que puede ser bastante extenuante, ya que generalmente se centra más en los movimientos lentos y controlados y en la relajación.
¿Se parece la hidroterapia a la terapia de Spa?
La hidroterapia se basa en la teoría de que el contenido mineral del agua del spa tiene propiedades saludables especiales. En muchos países europeos, la hidroterapia se realiza a menudo en aguas termales. Aunque hay algunas investigaciones que sugieren que el contenido mineral del agua puede hacer una diferencia, otros estudios muestran que la hidroterapia tiene beneficios significativos sin importar el agua utilizada.
¿Para qué tipos de artritis se utiliza la hidroterapia?
La hidroterapia es beneficiosa sin importar cuántas de sus articulaciones estén afectadas. A veces se utiliza si se ha sometido a una cirugía de reemplazo articular o si tiene dolor de espalda, espondilitis anquilosante, artritis psoriásica y Osteoartritis, pero se puede utilizar para otros tipos de artritis si lo desea probar. Algunas veces se ofrecen sesiones de grupo para personas con condiciones similares.
¿Cómo ayuda la hidroterapia?
La hidroterapia puede ayudarle de diferentes maneras:
- El calor del agua permite que sus músculos se relajen y alivie el dolor en sus articulaciones, ayudándole a hacer ejercicio.
- El agua soporta su peso, lo que ayuda a aliviar el dolor y a aumentar el rango de movimiento de sus articulaciones.
- El agua puede ser usada para proporcionar resistencia al movimiento de sus articulaciones. Al empujar sus brazos y piernas contra el agua, también puede mejorar su fuerza muscular.
¿Cómo es de efectiva la hidroterapia?
Estudios científicos han demostrado que la hidroterapia puede mejorar la fuerza y el estado físico general en personas con varios tipos de artritis. Los ejercicios se pueden adaptar a sus necesidades individuales, de manera que usted pueda comenzar a fortalecerse y a aumentar gradualmente su fuerza y flexibilidad.
El apoyo adicional que le brinda el agua puede hacer que sienta que puede hacer más ejercicio de lo normal, así que tenga cuidado de no excederse. El ejercicio y el calor del agua pueden hacer que se sienta cansado después del tratamiento, pero esto es bastante normal. En general, la hidroterapia es uno de los tratamientos más seguros para la artritis y el dolor de espalda.
¿Cómo puedo acceder a la hidroterapia?
Antes de comenzar la hidroterapia, el fisioterapeuta lo verá en el departamento de fisioterapia de su hospital, en la sala de hospital o, posiblemente, en la propia consulta del fisioterapeuta. Le preguntarán sobre su salud general y su dolencia, y evaluarán sus necesidades individuales.
Utilizando esta información y la información proporcionada por su médico, el fisioterapeuta le aconsejará si la hidroterapia es apropiada para usted. Esta evaluación inicial normalmente toma de 30 a 45 minutos.
¿Qué es lo que necesito?
Va a necesitar:
- Traje de baño
- Toalla
- La medicación que necesite mientras hace ejercicio, como por ejemplo un inhalador, un aerosol de GTN o tabletas de glucosa si tiene Diabetes.
¿Y si no sé nadar?
No es necesario saber nadar para beneficiarse de la hidroterapia. La piscina suele ser bastante poco profunda (alrededor de la altura del pecho), por lo que puede ejercitarse bien dentro de su profundidad. Siempre habrá dos miembros del equipo sanitario, normalmente un fisioterapeuta y un asistente, y uno de ellos estará en la piscina con usted.
Incluso si estás nervioso por estar en el agua, vale la pena probar la hidroterapia – la mayoría de la gente encuentra el agua tibia calmante y agradable.
¿Cómo entro y salgo de la piscina?
Habrá unos cuantos escalones en la piscina, pero si tiene problemas con los escalones, también habrá un elevador mecánico para entrar y salir del agua.
La mayoría de las piscinas tienen diferentes profundidades, variando desde la altura de la cintura hasta la altura del pecho, y habrá un riel alrededor del borde de la piscina para mayor soporte.
¿Qué más necesito considerar?
Hay ciertas situaciones en las que es posible que no pueda someterse a hidroterapia. Debe informar a su fisioterapeuta si tiene alguna de las siguientes afecciones:
- Una herida o infección cutánea
- Un virus o un aumento de la temperatura en el estómago
- Fiebre
- La presión arterial alta o baja
- Dificultades respiratorias
- Una afección renal que requiera diálisis
- angina o problemas cardíacos
- Incontinencia
- Una infección torácica
- Una alergia al cloro
- Una diabetes no controlada, asma o epilepsia
Usted y su fisioterapeuta decidirán si la hidroterapia es adecuada. La decisión se basará en la gravedad de su condición, si afecta más de una parte de su cuerpo y su medicamento. La hidroterapia no es aconsejable si tiene alguna de las dolencias de la lista, pero con otras es sólo para informar al fisioterapeuta para que pueda tomar precauciones si es necesario.
¿Qué sucede al final de un tratamiento de hidroterapia?
Uno de los principales objetivos del tratamiento de hidroterapia es darle confianza para que pueda continuar y gestionar un programa de ejercicios por su cuenta una vez finalizado el tratamiento.
En algunas piscinas hay sesiones especiales en las que se puede aumentar la temperatura del agua y algunos centros deportivos ofrecen clases de ejercicio acuático.
Pídale consejo a su médico o fisioterapeuta antes de unirse a una clase para asegurarse de que es adecuada. También debe hablar con el instructor sobre su enfermedad y sus efectos para que pueda adaptar algunos de los ejercicios para usted si es necesario.